Sexo Oral Submarino

Es indudable que los temas eróticos atraen público ( y si no que se lo digan a Putísima). Por esto es que he estado pensando muy seriamente cambiar el título de mi blog de “ligerezas”, que suena un tanto intelectualoide, a algo asi como “Sexo Oral Submarino” y lanzarme de cabeza a la descripción de cualquier acrobacia sexual que me pase por la mente. El sexo oral submarino me parece un buen comienzo, pues entre las piruetas voluptuosas que en mi estrecha imaginación pueden aflorar, ninguna me parece más desafiante que practicar el sexo oral debajo el agua. Imagínense que están con su pareja en una playa de aguas tibias y cristalinas, llevando como atuendo únicamente la careta y el tubo de respiración. Deciden después de haberse practicado todos los textos eróticos imaginables, que el sexo submarino normal y corriente, aunque atrayente, no presenta un gran reto, a menos que sea oral. Con tan valiente idea en mente se sumergen en las aguas y encuentran que el primer impedimento es el tubo de respiración, dado que su boca está atornillada a éste y, por tanto, no se va a poder atornillar a ningún otro tubo. Deciden deshacerse del tubo y por cuestión de instinto, la fémina, considerando las necesidades de la tarea a realizar, agarra el otro tubo (asumiendo, claro, que la frialdad del agua no lo haya aflojado – los médicos aconsejan una tortilla de viagra en el desayuno para cualquier proeza viril de esta naturaleza) y entonces no se le ocurre a la fémina otra idea mas genial que empezar a aspirar (lo que es normal) abriendo la boca debajo el agua (lo que ya no es tan normal). Por supuesto la subsecuente la ingesta de agua salada (y quién sabe si alguna sardina también), acaba con el glamour y el parejo tendrá que ir a masturbarse con una tijera, porque esta proeza no parece que va a dar resultado.