Thursday, May 04, 2006

La personalidad de las empresas

Al igual que las personas, las empresas tienen su personalidad propia. Hay empresas bonachonas, paternalistas, indiferentes o apáticas. Hay otras de carácter más equilibrado donde la agresividad y el paternalismo se balancean. También existen las de carácter agresivo, las que se hacen paso a codazos en el mundo de los negocios, buscando, no la excelencia, sino la mayor ganancia, no importa el costo humano que ésta represente. Inclusive hay compañías castrantes, en donde la burocracia se encarga de estrangular cualquier iniciativa del individuo.

Hoy quisiera referirme a dos empresas en las cuales trabajé, ambas con personalidades contrapuestas. Una de ellas tenía carácter equilibrado. Era (y sigue siendo) un compañía muy exitosa, agresiva, o mas bien diría dinámica, a la hora expandir sus negocios o de buscar nuevas tecnologías o simplemente de encontrar la forma de hacer mejor las cosas. El dinamismo de la empresa se basaba en la autorrealización de su gente. Y no es que fuese una corporación complaciente o indulgente. No, pero los errores se corregían en forma firme, pero no humillante.

Recuerdo que en una ocasión cometí una indiscreción y mi jefe en una forma tajante me lo hizo saber. Sin embargo yo salí de su oficina, no consternado por el error cometido, sino con el sentimiento de haber aprendido una buena lección. En otra ocasión en una reunión de gerencia fui personalmente atacado injustamente por un vicepresidente de otra división y como es lógico, mi reacción fue un tanto vitriólica. Pero él se dio cuenta de su error y poco después fue a mi oficina a pedir disculpas, las cuales, por supuesto acepté sin que quedara enemistad alguna.

Atraído por un canto de sirenas que me murmuraban al oído mayores retos, mayores ingresos y un futuro sin límites, decidí ingresar a otra empresa, muy exitosa también, pero cuyos logros se basaban en una actitud diferente. Apenas pasaron unas semanas cuando me di cuenta que me había metido en la boca del lobo. La agresividad en esta empresa no tenía fronteras. En el primer año de mi labor vi más cambios en la organización que en los 17 años que trabajé en la anterior compañía. Aún reconociendo la profesionalidad y eficiencia de su gente y de la organización, el ambiente era cáustico. Se promovía el carácter agresivo del cual había que hacer muestra constantemente, así la personalidad de uno fuera más apacible. Por supuesto el nivel se stress era altísimo. El carácter de esta empresa puede vislumbrarse cuando se considera que el equipo gerencial que la llevó de un estado de cuasi-quiebra a obtener ganancias de millones de dólares en pocos años, todos, sin excepción, salieron de la organización cuando ésta estaba en su mayor auge.

Este tipo de empresas pueden ser exitosas, sin duda, pues su agresividad tiene el efecto de aplanadora en el mundo de los negocios y esto, frecuentemente, resulta efectivo. También son empresas que corren altos riesgos movidos por las ambiciones desmesuradas de sus ejecutivos. Cuando entré en esta empresa la casa principal en el exterior había cometido una serie de imprudencias que casi les llevó a la bancarrota. Pero lejos de aprender la lección, después de recuperarse, cayó nuevamente en actos descomedidos y hasta ilegales que le costaron miles de millones de dólares en multas y pagos de daños y perjuicios.

Un elemento interesante de estas empresas hiper-agresivas es la facilidad con que su gente se cae a mentiras. Recuerdo las muchas reuniones en donde asistí en las cuales se presentaban información sobre encuestas donde, por ejemplo, se demostraba el altísimo grado de satisfacción del cliente. Dado que no me merecían mucha credibilidad, me tomé la molestia de visitar varias oficinas y agencias donde no fuese conocido y observé, como el trato al cliente era malo, rayando en pésimo. Lo curioso es que se repartían honores y premios basados en puras mentiras. Y lo más curioso, es que años después que saliera de la empresa, el servicio sigue siendo malo. Pero estoy seguro que se siguen cayendo a premios.

6 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Por un momento me sonaba a presidio ese ambiente, hay que tener una capacidad enorme para no morir en el intento.
Si has pasado por esto y aun seguís vivo, lo cual que veo si, te felicito, se nota que sos muy fuerte, y no ha podido con vos.

Un beso.

2:52 PM  
Blogger Patricia Angulo said...

Perdon el usuario anónimo soy yo, Peto, que no sé porqué motivos me ha salido asi, habré pinchado mal, no sé.
Disculpas.

2:55 PM  
Blogger El mundo para Verónica said...

algo importante a personalidad, pero la verdad en donde radica, desde tu punto de vista o desde el que cualquiera pueda apreciarlo, la personalidad la aplicas tu, tu mente y tu apreciacion son las que cuentan

4:50 PM  
Blogger jose montalvo said...

Pato, si he sobrevivido, pero ocho años de continuo stress dejan su huella. Rene, lamentablemente en las empresas antropofagras, tu no eres un individuo, sino un alimento.Tu personalidad no cuenta. Ali, totalmente de acuerdo contigo. Conozco empresas donde el sobretiempo se considera como una evidencia de ineficiencia. En otras, sin embargo, si no trabajas mas de 10 horas no estas suficientemente comprometido. Los gringos son muy dados a esto. Confunden el tiempo de trabajo con el rendimiento. Lamentable lo que mencionas de la compañìa que se va a pique despues de 50 años de fundada. Yo tambien las he visto.

8:56 PM  
Blogger DaliaNegra said...

Terrible tener que trabajar en un sitio estresante.Cada día es como una espada de Damocles colgada sobre la cabeza.Y sí que deja huella el stress,doy fe.Un abrazo, José,sonrisas para tí.:)

6:48 AM  
Blogger Wari said...

Las empresas agresivas son muy exitosas en el mercado como dices, pero por el mismo stress que genera en sus empleados hay mucha fuga de personal, sobre todo en niveles medios y bajos. Yo trabajè en una empresa que era mas bien paternalista, porque una de sus metas principales era mantener bien capacitados a sus empleados, invertìa grandes sumas en cursos de capacitaciòn y mejoramiento del personal, aparte de que el ambiente laboral era muy agradable, era como una gran familia, lo malo eran los sueldos, no eran los mejores del mercado, sin embargo los empleados eran fieles, la media de antiguedad laboral era de 10 años.
Un abrazo Josè :D

7:50 AM  

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