Lecciones para entender la crisis financiera

¿No entienden la crisis financiera? Se la voy a explicar. Es simple

Los banqueros ambiciosos en complicidad con los corredores de bolsa inescrupulosos y la vista gorda del gobierno de USA, idearon un plan fraudulento para sacarle dinero a los incautos.

Préstamos hipotecarios que eran basura servían de garantía a papeles que se vendían a precio de oro. Con ganancias obscenas, por supuesto.

Estos papeles eran revendidos varias veces para multiplicar las ganancias. Por si fuera poco.

Quienes conozcan el juego de la pirámide tendrán una idea de lo sucedido. Ganan los primeros y se joden los últimos.

El globo explota a la hora de cobrar los préstamos basura. Nadie paga, pues se los dieron a quienes no podían pagar (claro, los banqueros ya habian cobrado sus comisiones y bonos por el exito obtenido en la colocación de esos préstamos)

La garantías se van pa’l carajo. Resulta que los papeles garantizados por los préstamos no valen ni para limpiarse aquello.

Los banqueros lloran inconsolablemente mientras corren a colocar sus "ahorritos" en Suiza o las Islas Fiji o donde coño no los pueda agarrar nadie.

Pero Bush dice ¡Hay que salvar al sistema!... les voy a tirar $ 700 mil millones para secarles las lágrimas.

El Congreso dice “no me jodas Bush, este es dinero de los contribuyentes”. ¿Quién le va a pagar a ellos? Silencio absoluto.

Bueno, pues te metes tu plan por donde no te llega el sol, dice el Congreso

Pánico en las bolsas mundiales. Recesión inminente.

El Congreso se asusta y reconsidera.

Los banqueros suspiran aliviados. ¡Que bueno! ¡No nos van a quitar los superjugosos bonos que nos ganamos!

Un botón de muestra. El presidente de Washington Mutual, uno de los implicados, se retira con $ 19 millones en el bolsillo. Supongo que como compensación al estrés que le produjo la crisis. Y no es broma.

Epílogo: Las bolsas se recuperan. !El mundo se ha salvado de la debacle! Los banqueros están felices. Brindan con champán de $ 1.300 la botella. Y ya ideando otro esquema para desplumar a los incautos, que siempre abundan y no aprenden.

Los ahorristas y contribuyentes no saben que coño ha ocurrido. Excepto que sus ahorros se fueron pa´la mierda.

Y sigue la saga, pues la ambición no descansa.