BUDISMO, TAO Y ZEN
En algunos de los comentarios con que han honrado mi blog se menciona el tema de las filosofías orientales. Sex Less and the City y Troka, mencionaron este tema, y lo inteligente de sus comentarios me dio pie a divagar un poco sobre esto.
Para comenzar quiero afirmar que no soy persona religiosa, ni dada tampoco al esoterismo. No obstante debo reconocer que el budismo y las filosofías que de él se derivan, tales como el Tao originario de China y el Zen de Japón, tiene especial atracción sobre mi, sin que pueda decir que sea ávido practicante de ellas.
Mi interés por el budismo se origina en un hecho totalmente fortuito. En Julio de 1996 tuve la fortuna de asistir a una serie de charlas dictadas por el Dalai-Lama en ese extraordinario centro de cultura que es el Barbican Centre de Londres. Digo que fue un hecho fortuito, pues no era yo el invitado original, sino alguien bastante más importante que yo que no pudo asistir. En ese ciclo de conferencias el tema principal era “Las Cuatro Nobles Verdades” del budismo, tema que el Dalai Lama trató con esa maestría que solamente una persona con tanta sabiduría y magnetismo podía hacer.
No se me olvida que en la primera charla, el Dalai Lama indicó muy claramente que no era su intención indoctrinar a la audiencia o hacerla cambiar de religión. Esto ya de por si abría la mente de los asistentes a explorar nuevas ideas, que tan fabulosamente expresaba esta persona tan especial. Por supuesto, yo que nunca me había incursionado en estos temas, me sentía un poco fuera de mi ambiente y como una especie de impostor, pues observaba que las palabras del Dalai Lama, tenían mucha mas receptividad y comprensión en la gente que me rodeaba, que en mi mismo. No obstante fue una experiencia inolvidable y que dio pie a otras experiencias.
Mas adelante comencé a adentrarme en el Zen en forma totalmente empírica, pero no por eso, menos provechosa. Leí un libro con el increíble título de “El Zen y el Mantenimiento de una Motocicleta” y otro por ese mismo rumbo llamado “El Zen y el Arte de Conducir” que son un verdadero deleite para la mente. Por supuesto, el título no tiene mucho que ver con el fondo del libro, que es, como en casi todos los elementos del Zen, la aplicación de simples ideas al quehacer diario.
Lo verdaderamente fabuloso de estas filosofías, al igual que el budismo de donde provienen, es que no son religiones; no se pide fe, sino compresión; no se llevan por ritos ni ceremonias, sino persiguen la aplicación de ciertos principios como forma de vida y algo que para mi tiene particular importancia, y es que los seguidores de estas filosofías, incluyendo muy en especial a los monjes budistas, son personas de una humildad y simpleza increíbles. Todo lo cual esta representado en esa persona tan extraordinaria que es el Dalai Lama.
Hay otro libro de Lomgsam Rampa llamado el Tercer Ojo, la historia de un monje budista en el Tibet que es también fascinante, pero sobre éste comentaré en el próximo capítulo.
Para comenzar quiero afirmar que no soy persona religiosa, ni dada tampoco al esoterismo. No obstante debo reconocer que el budismo y las filosofías que de él se derivan, tales como el Tao originario de China y el Zen de Japón, tiene especial atracción sobre mi, sin que pueda decir que sea ávido practicante de ellas.
Mi interés por el budismo se origina en un hecho totalmente fortuito. En Julio de 1996 tuve la fortuna de asistir a una serie de charlas dictadas por el Dalai-Lama en ese extraordinario centro de cultura que es el Barbican Centre de Londres. Digo que fue un hecho fortuito, pues no era yo el invitado original, sino alguien bastante más importante que yo que no pudo asistir. En ese ciclo de conferencias el tema principal era “Las Cuatro Nobles Verdades” del budismo, tema que el Dalai Lama trató con esa maestría que solamente una persona con tanta sabiduría y magnetismo podía hacer.
No se me olvida que en la primera charla, el Dalai Lama indicó muy claramente que no era su intención indoctrinar a la audiencia o hacerla cambiar de religión. Esto ya de por si abría la mente de los asistentes a explorar nuevas ideas, que tan fabulosamente expresaba esta persona tan especial. Por supuesto, yo que nunca me había incursionado en estos temas, me sentía un poco fuera de mi ambiente y como una especie de impostor, pues observaba que las palabras del Dalai Lama, tenían mucha mas receptividad y comprensión en la gente que me rodeaba, que en mi mismo. No obstante fue una experiencia inolvidable y que dio pie a otras experiencias.
Mas adelante comencé a adentrarme en el Zen en forma totalmente empírica, pero no por eso, menos provechosa. Leí un libro con el increíble título de “El Zen y el Mantenimiento de una Motocicleta” y otro por ese mismo rumbo llamado “El Zen y el Arte de Conducir” que son un verdadero deleite para la mente. Por supuesto, el título no tiene mucho que ver con el fondo del libro, que es, como en casi todos los elementos del Zen, la aplicación de simples ideas al quehacer diario.
Lo verdaderamente fabuloso de estas filosofías, al igual que el budismo de donde provienen, es que no son religiones; no se pide fe, sino compresión; no se llevan por ritos ni ceremonias, sino persiguen la aplicación de ciertos principios como forma de vida y algo que para mi tiene particular importancia, y es que los seguidores de estas filosofías, incluyendo muy en especial a los monjes budistas, son personas de una humildad y simpleza increíbles. Todo lo cual esta representado en esa persona tan extraordinaria que es el Dalai Lama.
Hay otro libro de Lomgsam Rampa llamado el Tercer Ojo, la historia de un monje budista en el Tibet que es también fascinante, pero sobre éste comentaré en el próximo capítulo.
9 Comments:
Me gustaria conocer mas sobre estas religiones porque para serte sincera a pesar de mi crianza catolica, siento algunas dudas sobre la institución eclesiastica, lease Vaticano..No he tenido la suerte de que se me presentara un hecho fortuito como el de escuchar al Dalai Lama, pero si tengo amigos que son budistas y me facilitaron algun material sobre las nociones basicas de esta filosofía.
Gracias por "linkearme", me motivas a seguir escribiendo.
Saludos
un buen comienzo es el libro que te menciono que el "Zen y el arte de mantenimiento de una motocicleta" de Robert M. Pirsing...lo bueno de este libro es que no trata de temas esotericos (algunos libros sobre Zen es exceden un poco en esto, sino de un viaje a traves de USA y los incidentes y filosofìa de como se van enfrentando...por supuesto puedes tambien contactarme...eso si, asegurate que tenga un par de wiskis encima, es cuando llego al máximo de mi sabiduria...lo cual, no es muy Zen que digamos...o si lo es?
yo hablé con el dalai lama cuando vino a Venezuela hace más de 12 años. no sé, dudé, recuerdo la contradicción del relojote de lujo (creo que era un reloj, o una pulserota de oro, algo así) y dudé, lo siento.
estas segura maga de que era una pulsera o reloj de oro?...te digo esto porque mi impresion es que se trata de una persona totalmente ajena a lujos...
Será porque mi crianza estuvo impregnada de una mezcla de religiones y credos: colegio católico, mormonismo, lecturas y conversaciones sobre Los Vedas y Sai Baba. Supongo que por esa razón me siento más abierta a otras filosofías, sin llegar al extremo del fanatismo. He ido recogiendo de cada una lo que personalmente considero bueno y edificante para mí y mi familia. Para los orientales el concepto de Fé es diferente, de repente por eso nos cuesta un poco al principio llegar al entendimiento. Vamos, que no soy una erudita ni mucho menos, jajaja, pero estaba muy bueno el post y provocaba comentarlo.
Abur.-
Jajajaja, creo que con mas de dos wiskis alcanzas el Nirvana, en mi caso particular con dos vodka tonics tengo
Es oficial, estas "linkeado"
suena muy interesante todo...
Está bien pero el taoísmo no es una filosofía derivada del budismo, las dos filosofías se han influido mutuamente.
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