Educación ¿Que educación?
Mi hijo de 20 años que estudia 3er. año de Comunicación Social es un muchacho bastante normal. Suministra la adecuada dosis de quebraderos de cabeza que cualquier adolescente provee. Pero últimamente anda un tanto arrecho. Y tiene razón. Resulta que en la Universidad es mucho más el tiempo que le dedica a pasar exámenes y a maldigerir información, que ha discutir ideas. Por esta razón considera que jugar Nintendo resulta tan productivo como aprender la fecha en que llegó a la pubertad Napoleón. Excepto que es más divertido.
Haciendo un repaso por mi archivo mental caigo en cuenta que la inmensa mayoría de la información que procesaron mis neuronas en mi época de estudiante han pasado al modo Alzaheimer. Recuerdo vagamente que América fue descubierta por Colón el 12 de Octubre de un mil cuatrocientos noventa y tantos, ya que esa fecha la conmemoraron los seguidores de Chávez tumbando la estatua de Cristóbal y arrastrándola por el pavimento como se arrastra a cualquier dictador que no tuvo tiempo de hacer las maletas.
De hecho puedo afirmar que en mi peregrinaje por las aulas solo hubo un profesor a cuyas clases asistía con más asiduidad que a la tasca que quedaba en la esquina de la universidad. Este fue el padre Pernaut, fallecido hace ya algunos años, quien tenía la rara habilidad de hacer de un tema tan aburrido, como es el punto de equilibrio de la oferta y la demanda, toda una juerga de ideas que fascinaba a la audiencia.
Y esto es lo que precisamente la mayoría de los educadores no logran entender. La simple transmisión de información no es suficiente, por más que sea necesaria. Me importan tres pepinos si América fue descubierta el 12 de Octubre o el 7 de Julio, San Fermín. El proceso de mestizaje; el encuentro de tres culturas y razas, es lo fascinante.
Recientemente el Dr. Francisco Rivero, profesor de filosofía, indicaba muy acertadamente como paulatinamente la educación se dirigía hacia la manipulación de información y como se apartaba de los aspectos humanísticos. La escuela o la universidad, en el mejor de los casos, me prepara técnicamente, pero no me enseña a vivir, a pensar, a desarrollar ideas, a sentir, a vibrar o a hacer de mí un ser universal en plena comunión con el mundo que me rodea.
De aquí que la educación como tal haya pasado sin pararse en nuestro andén y que se mida el éxito de una persona en términos del saldo de su cuenta bancaria.
La crisis de la educación es mundial, al punto que está tomando caracteres de epidemia. Y como ejemplo cito lo que leí recientemente en un artículo donde se afirma que más del 50% de los alumnos en las escuelas de Estados Unidos admiten copiarse regularmente en los exámenes. Vaya Ud. a saber si el otro 50% también lo hace, pero no lo admite
7 Comments:
Ali, es una reflexión. Acabo de terminar un seminario sobre filosofia y por primera vez en muchisimos años encuentro un educador con un genuino interes en enseñar y con una inclinación la diálogo, al intercambio de ideas. Alguien quien te pone a ejercitar, la cual, como el cuerpo, necesita airearse de vez en cuando. Fue esta experiencia la que me llevo a escribir este post.
Me referia a ejercitar la mente. Me comi esta palabra. Disculpas.
Es que para ser educador hay que tener verdadera vocaciòn, para enseñar no solo el contenido acadèmico sino el valor agregado, eso que nos enseña realmente. Yo tuve un profesor en la universidad que de un tema quizàs aburrido, hacìa una clase magistral y nos enseñaba a analizar y a desarrollar nuestro potencial, a ese profesor es al que recuerdo con mas cariño y admiraciòn, làstima que no todos tienen ese don.
Un abrazo Josè!! :D
Nunca fui un alumno aplicado, pero logre sacar lo mejor de cada profesor. La educacion depende tambien de los alumnos, no solo es un problema del sistema y de los docentes. Aunque podria mejorar.
Lo que nunca pude llevar a la practica fueron las derivadas e integrales, para que sirven?
Hay una delicada trama que se tiene que dar necesariamente para que la cosa funcione.Primero, que los temarios sean inteligentes y no llenos de datos áridos,los profesores suelen estar encorsetados por parámetros a seguir.Que éstos tengan vocación verdadera y no estén "quemados"y que se les reconozca su labor, también a nivel de salarios.
Que los alumnos tengan cierta adhesión,cierto interés por aprender,para lo cual el ámbito de donde vengan es importante.Si la casa incentiva la reflexión, la charla, el intercambio, seguramente el alumno será más receptivo, mas activo.Si no,si sólo está ahi para cumplir el trámite y piensa que lo único que vale es hacer pasta o tener fama, pues mal vamos.Y la escuela debería proporcionar las vías como para que cada uno se dirija a lo que más le gusta, y no meter a todo el mundo en el mismo saco.
Y tienes razón, José,yo también reconozco que gran parte de lo estudiado se ha ido al limbo...
Un saludo cordial para tí.:)
Gracias a Ali, Waricha, Dalia y CSJ por sus agudos comentarios. Es indudable que los blogs enseñan mas que las universidades.
Sin duda que como blogger estoy aprendiendo mas de lo que he estudiado, y soy mas feliz, que es lo máximo!
Lo de la educación es un tema en todos lados parece, firmo al pié el comentario de Dalia.
Un beso y me voy para el post de arriba.
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