Esa maravilla llamada MOVISTAR
En días pasados perdí el celular y dado el ambiente de honestidad que reina en el país, quien lo encontró se lo embolsilló, tal como era de esperarse (los celulares debían incluir una minibomba que pudiera activarse con una llamada, de forma tal que le explotara en el oído a los hijopútamos que los roban o no los devuelven…genial idea, ¿no?)
Total que me fui a las oficinas de MoviStar para ver si me activaban un ladrillo que tenia por celular anterior y, al mismo, tiempo, disfrutar del ambiente de cordialidad que por allá se respira. Para comenzar, al individuo que entrega los números no le debió de sentar bien el desayuno pues tenía cara de estreñimiento agudo y repartía los números con una desgana tal como si estuviera viendo Aló Presidente. Eran ya las 8.30 am, la hora en que supuestamente comienzan a trabajar los operarios de servicio al cliente. Había como 12 puestos para dichos operarios de los cuales ninguno estaba ocupado.
Total que me fui a las oficinas de MoviStar para ver si me activaban un ladrillo que tenia por celular anterior y, al mismo, tiempo, disfrutar del ambiente de cordialidad que por allá se respira. Para comenzar, al individuo que entrega los números no le debió de sentar bien el desayuno pues tenía cara de estreñimiento agudo y repartía los números con una desgana tal como si estuviera viendo Aló Presidente. Eran ya las 8.30 am, la hora en que supuestamente comienzan a trabajar los operarios de servicio al cliente. Había como 12 puestos para dichos operarios de los cuales ninguno estaba ocupado.
A las 8.45 llega un chamo, se instala en su puesto, prende el computador y se queda viendo lo que supongo era una página porno, pues tenía los ojos desorbitados y la lengua afuera. Un poco mas tarde llega una morena alta y culona que prende su computador y se desaparece. Así llegan sucesivamente otras dos o tres operarias que se instalan en sus puestos e inician una conversación, asumo que sobre sus novios y los tamaños del pene, dada la forma en que colocaban las manos para indicar una medida. La culona se paseó varias veces sin sentarse en su puesto (posiblemente no le cabía el interfecto en la silla).
Por fin, bien pasadas las 9 am, estas sufridas criaturas se dignan a llamar a los que allí nos encontrábamos. Por supuesto, a esta hora la sala de espera (o de desespera más bien) estaba super repleta y la gente mentando madre en forma de mantra. Finalmente, después de más de una hora, me llaman. Me recibe un chamo con cara de haberse escapado de AVEPANE . Se queda viendo el ladrillo para activar la línea, lo arma, lo desarma, lo mira, lo remira y así pasa una hora jurungando el aparato sin que pueda activarlo. Por fin una de las catorce neuronas que todavía le funcionan se le prende y decide buscar ayuda, pues era evidente que no tenía la menor puta idea de lo que estaba haciendo.
Se mete en la oficina de la supervisora quién estaba sumamente ocupada en jocosa cháchara con otros operarios, a la cual se une el que me atiende. Después de un buen rato de grata algarabía., regresa el chamo y me dice que el ladrillo ya está activado y que espere media hora para hacer llamadas.
Al cabo de la media hora pruebo el ladrillo quien reacciona con un silencio absoluto. Me regreso donde el “avepancito” y vuelve a armar, desarmar, etc. el pobre artefacto. Nuevamente se va a la supervisora. Regresa y me dice, como si nada, que en realidad tengo esperar como 8 horas porque el ladrillo funciona en otro sistema y no se que vainas más. Por razones desconocidas, en mi arrechera, me vino a la mente cierta parte anatómica de su progenitora, la cual se la iba a recordar, pero opté por el estrangulamiento.
El puñetero ladrillo nunca llegó a funcionar, como era de esperarse, pues resulta que estaba dañado, cosa que el tarado imberbe debía haber notado. Total que tuve que irme a un concesionario MoviStar, canjear los puntos acumulados que tenía para obtener un engendro de celular y enfrentarme una vez más a un grupo de adolescentes que estaban echándose chistes y no parándole bola a los clientes.
La odisea anterior ratifica lo que he venido observando de hace ya algún tiempo en relación al “servicio al cliente”, lo cual es lo siguiente:
1) Las compañías están organizadas solo para vender.
2) En general les importa tres pepinos la calidad de servicio.
3) En servicio al cliente colocan a un grupo de “teen-agers” que no tienen la menor puñetera idea de lo que hacen y menos de atender al cliente. Pero son baratos.
4) Y si se le presenta un problema siempre tratarán de darle una solución que no funciona, pero que así se los quitan de encima.
Por fin, bien pasadas las 9 am, estas sufridas criaturas se dignan a llamar a los que allí nos encontrábamos. Por supuesto, a esta hora la sala de espera (o de desespera más bien) estaba super repleta y la gente mentando madre en forma de mantra. Finalmente, después de más de una hora, me llaman. Me recibe un chamo con cara de haberse escapado de AVEPANE . Se queda viendo el ladrillo para activar la línea, lo arma, lo desarma, lo mira, lo remira y así pasa una hora jurungando el aparato sin que pueda activarlo. Por fin una de las catorce neuronas que todavía le funcionan se le prende y decide buscar ayuda, pues era evidente que no tenía la menor puta idea de lo que estaba haciendo.
Se mete en la oficina de la supervisora quién estaba sumamente ocupada en jocosa cháchara con otros operarios, a la cual se une el que me atiende. Después de un buen rato de grata algarabía., regresa el chamo y me dice que el ladrillo ya está activado y que espere media hora para hacer llamadas.
Al cabo de la media hora pruebo el ladrillo quien reacciona con un silencio absoluto. Me regreso donde el “avepancito” y vuelve a armar, desarmar, etc. el pobre artefacto. Nuevamente se va a la supervisora. Regresa y me dice, como si nada, que en realidad tengo esperar como 8 horas porque el ladrillo funciona en otro sistema y no se que vainas más. Por razones desconocidas, en mi arrechera, me vino a la mente cierta parte anatómica de su progenitora, la cual se la iba a recordar, pero opté por el estrangulamiento.
El puñetero ladrillo nunca llegó a funcionar, como era de esperarse, pues resulta que estaba dañado, cosa que el tarado imberbe debía haber notado. Total que tuve que irme a un concesionario MoviStar, canjear los puntos acumulados que tenía para obtener un engendro de celular y enfrentarme una vez más a un grupo de adolescentes que estaban echándose chistes y no parándole bola a los clientes.
La odisea anterior ratifica lo que he venido observando de hace ya algún tiempo en relación al “servicio al cliente”, lo cual es lo siguiente:
1) Las compañías están organizadas solo para vender.
2) En general les importa tres pepinos la calidad de servicio.
3) En servicio al cliente colocan a un grupo de “teen-agers” que no tienen la menor puñetera idea de lo que hacen y menos de atender al cliente. Pero son baratos.
4) Y si se le presenta un problema siempre tratarán de darle una solución que no funciona, pero que así se los quitan de encima.
5) Olvídese de cambiar de compañia. Las otras son tan malas como la que utiliza ahora.
Ley de Murphy : No importa cuan idiota es un operario de servicio al cliente, siempre vas a encontrar a otro mas idiota que él (o ella).
Ley de Murphy : No importa cuan idiota es un operario de servicio al cliente, siempre vas a encontrar a otro mas idiota que él (o ella).
9 Comments:
Ahí, en esos adorables momentos es que un buen coño e´la madre cae muy bien!
No te preocupes José y mucho menos pienses que eso sólo te sucede a tí... todos compartimos tu dolor!
Tienes mucho humor, una señal de inteligencia y gracia
You're so right!
Así de porquería es el servicio de DESatentión al cliente.
Y son todos igualitos :S ¡que cagada!
Y caro que se volvio Movistar, en realidad las estadisticas dicen que la cosa tienede a Empeorar.. :(
Suente para la proxima
Nelson
Jajaja, nadie había descrito antes con tanta exactitud todo lo que implica ir a un centro de esos.
Por cierto, viviendo en España comprobé que la misión de movistar es "ofrecer el peor servicio posible por el precio más caro que se pueda".
Que ley "No importa cuan idiota es un operario de servicio al cliente, siempre vas a encontrar a otro mas idiota que él (o ella)."
Tienes mucho humor
Hello mate nicce blog
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