La historia no miente

Trabajando en estos días sobre personajes históricos en la Wikipedia me percato de cuan fácil es convencer y engañar a las masas cuando el mensaje que se les envía es simplemente el que quieren oír. Cuando la percepción de lo que ocurre substituye a la realidad de lo que está ocurriendo. Leyendo la vida de Mao Tse-tung (o Mao Zedong, como lo llama la nueva versión de los nombres chinos) uno se sorprende de cómo este líder logró persuadir a millones y millones de chinos que su mensaje contenía la verdad, a pesar que sus actos demostraran lo contrario. Mao desarrolló a su alrededor un culto a la persona basado en la creencia de las masas que él realmente abogaba por sus intereses cuando denunciaba a los terratenientes, a los hombres de negocios y a la perfidia de las potencias occidentales, particularmente los Estados Unidos. Al mismo tiempo les decía “soy el aliado de los campesinos y de los trabajadores y por ellos lucho”. Para las masas eso parecía ser suficiente.

Pero la verdad era algo totalmente diferente a la percepción de las masas. La realidad es que si bien es cierto que Mao desarrolló una revolución sin precedentes en China en los primeros años en el poder, logrando notables mejoras en las áreas de alfabetización, salubridad y otros, posteriormente lanzó programas que fueron catastróficos.

El problema es que Mao, a diferencia de los dirigentes chinos actuales, era un idealista y creía más en su propia doctrina e ideología que en la solución a los problemas reales de China. Y así, en 1958, lanzó un programa al que llamó “El Gran Salto “. Este programa pretendía acelerar la industrialización de China en perjuicio de la agricultura. Un gran número de campesinos fueron desplazados de lo que sabían hacer (cultivar la tierra) a lo que no sabían hacer (producir acero). Esto y los caprichos de la naturaleza que ocasionaron dos años de sequías, produjeron una escasez de alimentos de tal magnitud que se estima le costó la vida a 20 millones de chinos que murieron por inanición.

Otro aspecto interesante en la vida de este líder fue el lanzamiento de la Revolución Cultural. Cuando en 1966 Mao percibió que altos dirigentes del Partido Comunista lo querían relegar a ser una figura decorativa, lanzó en su defensa a la calle a millones de jóvenes, muchos casi niños, creando pánico y caos entre la población, destruyendo una parte importante de la herencia cultural de China y arruinando la vida de cualquier persona que tuviera cierto grado de cultura o erudición.

No obstante y hasta su muerte en 1976, Mao fue venerado como el padre de la patria y su fama todavía se mantiene en el presente. Quienes me hayan hecho el honor de leer mi post sobre Gandhi podrán ver la gran diferencia entre ambos caracteres. Gandhi nunca engañó a su pueblo. Le ofreció la libertad de la India a cambio del sufrimiento. Churchill tampoco engañó a los británicos. En su primer discurso lo único que les ofreció fue “sangre, sudor y lágrimas”. En cambio Hitler engañó al pueblo alemán ofreciéndoles lo que querían oír, es decir el logro de la gloria y del poder por la fuerza. Y así lo siguieron ciegamente. Este engaño ocasionó la muerte de 62 millones de personas.

Pero regresando a China, este país tuvo la suerte de contar con líderes que lejos de rendir culto a la personalidad, eran individuos pragmáticos y que sabían cuales eran las bases reales para el desarrollo económico y social del país. Todo el mundo obviamente sabe quien fue Mao Tse-tung, pero no todos conocen a Deng Xiaoping, que ya antes de la muerte de Mao en 1976, estaba propugnando por una verdadera revolución en la economía china. Fue Xiaoping quien alejándose de cualquier ideología o modelo existente, inició la modernización de este gran país. China es hoy en día la cuarta economía más grande del mundo solo superada por Estados Unidos, Japón y Alemania. Muy pronto será la segunda. Su economía crece en mas del 9% interanualmente y esta sacando a pasos agigantados de la pobreza a millones de chinos.

La dirigencia china actual ya no engaña a su pueblo y éste está respondiendo en una forma que ha convertido a China en un ejemplo de desarrollo económico y social. El librito rojo de Mao fue enterrado para siempre.

GANDHI

A mediados de Diciembre hice un tímido reintento de incorporarme nuevamente al mundo de los blogs. Posteriormente me agarraron las fiestas navideñas, vacaciones colectivas y dejé mi incorporación definitiva para este año. Durante esta prolongada ausencia recibí mensajes muy apreciados de gente como Garmozobia, Nostalgia, Nelson, Luna, Bandido, Canela y otros mas que me animaban a seguir divagando por los blogs. ¡A todos muchísimas gracias!!!! Parece que mi estado de ánimo espantaba a las musas y por eso deje de escribir.

Ahora no es que las musas hayan regresado, ni siquiera se si alguna vez han estado ahí. Lo cierto es que me siento con el espíritu de volver a plasmar las “divagancias” en que consisten la mayoría de mis posts.

Durante el tiempo que estuve fuera de los blogs le dediqué bastante espacio a escribir artículos para la Wikipedia. Como muchos de Uds. saben esta es una enciclopedia de Internet, elaborada íntegramente por cualquiera que tenga algo que aportar en cualquier rama del conocimiento humano. Según tengo entendido la versión en inglés cuenta con casi 800 mil artículos sobrepasando en capacidad a cualquier enciclopedia existente, como la Británica, considerada como una de las más completas del mundo.

El asunto es que al escribir artículos sobre personajes célebres me encontré con uno muy particular, este es Gandhi. Al estudiar la vida y acciones de este increíble dirigente indio me convencí, al compararlo con nuestros políticos, de la cantidad de paja que éstos hablan y falta de acción que les caracteriza. En diferentes ocasiones he oído que los movimientos políticos y sociales surgen espontáneamente y que no se necesitan ni mesías, ni líderes iluminados. Quien conozca la obra de Gandhi podrá fácilmente ver que eso no es cierto. Los movimientos políticos y sociales SI precisan de líderes y SI precisan de iluminados. Lo importante es que estos líderes no estén cegados por el poder, sino por el fin social que persigan.

Gandhi es un caso extraordinario. Un hombre tímido, sin bienes personales de ningún tipo, vestido con telas que él mismo fabricaba, logró movilizar a millones de indios, inspirados en su prédica de “no-violencia”, la cual terminó doblegando al yugo británico. Cuando éstos se les antojó poner un impuesto prohibitivo sobre la sal, ¿Qué hizo Gandhi? Recorrió 480 km a pié seguido por cientos de miles de indios hasta la costa oriental de la India donde él y quién le acompañaban comenzaron a producir sal del agua del mar. Cuando los británicos imponía arbitrariamente su monopolio sobre los productos textiles, ¿Qué hizo Gandhi?. Le dijo al pueblo indio, consíganse una rueda de hilar y hagan sus propias telas.

Gandhi nunca utilizó la violencia. Hay una frase famosa de él que dice “Existen muchas causas por las cual estoy dispuesto a morir, pero ninguna por la cual estoy dispuesto a matar”. Pero su tenacidad e integridad llegaron a un punto que ningún otro dirigente indio había logrado alcanzar y este fue que se ganó el respeto de los británicos y también el conocimiento de éstos que Gandhi abogaba por la verdad y la justicia y esa fuerza era irreprimible.

En efecto, Gandhi y sus seguidpres nunca disparon un tiro, fueron prisioneros infinidad de veces, algunos murieron en esa lucha, pero al final se impuso el arma que según el mismo Gandhi era más fuerte que cualquier instrumento de destrucción masiva...la verdad, simplemente la verdad. Y la verdad y la justicia estaba del lado de Gandhi, al igual que estuvo años mas tarde en manos de Martin Luther King Jr. y Nelson Mandela, por nombrar a algunos.

Que ejemplo tan extraordinario!!!!!!!

Feliz Año para todos mis entrañables amigos blogeros!!!!