Pueblos parásitos, naciones parásitas
Africa es el continente que recibe mayor ayuda externa humanitaria en el mundo y sin embargo, es quien sufre constantemente las mayores hambrunas. ¿Por qué ?. Simple, la ayuda humanitaria se concentra en repartir alimentos cuando la hambruna ataca, pero muy poca se destina a enseñar a los habitantes a ser autosuficientes. Lo cual condena a estos pueblos a un perenne subdesarrollo, pobreza y miseria.
Los gobiernos populistas enfatizan la redistribución de la riqueza, la ayuda y la dádiva como táctica para hacer dependientes a la población más humilde de la generosidad del mandatario de turno. No les interesa crear riqueza, sino sumisión y vasallaje. Así es que surgen grupos de población parasitarios. Y hasta naciones.
Cuba es un caso típico. El régimen comunista cubano centralizó el poder con el fin de asegurar la subordinación del pueblo. En su incapacidad de generar riqueza se convirtió en un estado parasitario. Mientras duró la guerra fría dependió de la masiva ayuda de la Unión Soviética. Tras la caída de ésta, estuvo unos cuantos años a la deriva hasta que, milagrosamente, llegó la generosidad de Venezuela y nuevamente su economía se hizo dependiente de la ayuda externa. No ha progresado y nunca lo hará, por cuanto Cuba es una nación parasitaria.
Hay que ser muy cerrado de mente para no ver las intenciones del populismo. Centralizar poder, crear dependencia y entronarse indefinidamente. Por el contrario países como Chile y sobre todo Brasil, donde la democracia toma cuerpo, crecen continuamente y están saliendo aceleradamente del subdesarrollo, pues no dependen de los huesos que le tiren otras naciones, sino de su capacidad de generar riqueza.
Y uno se pregunta...si la libertad económica genera riqueza y bienestar, ¿por que los pueblos eligen seguir a los iluminados? ¿Ignorancia? Pues sí.
Los gobiernos populistas enfatizan la redistribución de la riqueza, la ayuda y la dádiva como táctica para hacer dependientes a la población más humilde de la generosidad del mandatario de turno. No les interesa crear riqueza, sino sumisión y vasallaje. Así es que surgen grupos de población parasitarios. Y hasta naciones.
Cuba es un caso típico. El régimen comunista cubano centralizó el poder con el fin de asegurar la subordinación del pueblo. En su incapacidad de generar riqueza se convirtió en un estado parasitario. Mientras duró la guerra fría dependió de la masiva ayuda de la Unión Soviética. Tras la caída de ésta, estuvo unos cuantos años a la deriva hasta que, milagrosamente, llegó la generosidad de Venezuela y nuevamente su economía se hizo dependiente de la ayuda externa. No ha progresado y nunca lo hará, por cuanto Cuba es una nación parasitaria.
Hay que ser muy cerrado de mente para no ver las intenciones del populismo. Centralizar poder, crear dependencia y entronarse indefinidamente. Por el contrario países como Chile y sobre todo Brasil, donde la democracia toma cuerpo, crecen continuamente y están saliendo aceleradamente del subdesarrollo, pues no dependen de los huesos que le tiren otras naciones, sino de su capacidad de generar riqueza.
Y uno se pregunta...si la libertad económica genera riqueza y bienestar, ¿por que los pueblos eligen seguir a los iluminados? ¿Ignorancia? Pues sí.